COMO ANNIE HALL

es la historia de aquel tipo que va al psiquiatra y le dice:
-doctor, mi hermano está loco. Cree que es una gallina
y el doctor le responde:
-¿por qué no lo interna?
y el hermano replica:
-Lo haría, pero necesito los huevos
alvy singer

y su pelo que parece de mentira, postizo. casi un bistec sobre la frente. víctima de la locura extrema hace sin aviso exclamaciones sin sentido. ocupa palabras que ya nadie recuerda. se refiere a los eventos más trágicos con una sonrisa demente en la cara. sus mejores momentos transcurren en un balcón cuando habla con subtítulos y esa mirada torcida, agitando los labios que besan mal y que se tuercen aunque diga que todo esta ok. annie hall jamás tiene algo que hacer la noche del viernes ni la noche del sábado. salvo acariciar a su gata virgen. annie hall canta como una caricia de pantera y dice no-no-no x 10 elevado a 23. se niega a todo con la voz quejumbrosa de un veterano de guerra. pide menús complicados en el restaurant. disfruta mirando extraños en la calle. le tiene miedo a los bichos. se delinea los ojos para saber dónde terminan. desde muy joven se fascina solo con pelmazos con denominación de origen. "You don't think I'm smart enough to be serious about", dice. su familia está completamente loca. genera los peores celos en la corte de judios paranoides. va a un analista-chamán y no sabe porqué, pero solo quiere creer. el cielo se parte en cámara lenta cuando canta a hombros descubiertos y luego se cuelga una chaqueta de hombre. cree que la solucion a todos sus problemas es ser lesbiana. en casa todos los libros de poesía son de ella. le gusta flirtear, pero al final se queda con el tarado de tony lacey (paul simon, nada menos). para ella todo es lovely, incluso Los Angeles por sobre New York. parece sacada de una pintura impresionista y aunque por dentro es un guernica de lo más inhumano, es frustrante saber que pese a todo, necesitamos los huevos.