October 10, 2006

SOY EL ESTÓMAGO RETORCIDO DE JUAN


"...me revisó el doctor
me dijo no más ron
mal medicina diste, no puedes tomar whisky
higado ajeno me prestó
vuelvo a rodar por el mercado a tropezarme con tu amor".
Ulises Arteaga, vividor


No me sentía asi desde que escuché cantar a París Hilton. Lo charcha no es que durante la endoscopía te metan la sonda esa por la tráquea pa abajo hasta el fondo a la derecha. Lo peor es que te ves por dentro de la manera menos linda mientras el médico y la arsenalera conversan sobre el resultado del bingo o el Semanario sindical. Así el doctor gorilesco y su mórbida asistente tratan de jugar al gato dentro de uno y en el monitor te ves las tripas en horario prime y sin comerciales. no se cacha por ninguan parte el alma, ni nada parecido. No hay enanitos trabajando ni pedazos de chis pop o un virus malo peleando contra los buenos. Más bien todo es como en esas películas porno danesas con primerísimos primeros planos de lo más intimo de uno mero.
El diagnóstico no dice mucho. Quedé demasiado dopado y babeado, con reflujos de guagua y listo como para ir a una entrevista de trabajo. Una experiencia envidiable, enriquecedora que podría condimentar cualquier reunión social: "Soy el estómago estresado de Juan", decían esos textos del Readers Digest. Pero la foto de mi estómago se parece más a la Estrella de la Muerte o a un calcetin dado vuelta. Deja los ases, el vino y las trasnochadas me dicen, como si fuera el nuevo cura del pueblo tomando votos. Adiós pan con miga y pebre, al menos ya pasó el 18. Bienvenidos mis mejores amigos piloro, duodeno, bulbo, antro, epitelio, ureasa y omeprazol. Yo creí que cuando me los mencionaban estaban pasándoles lista a los 7 enanos. Lo bueno es que sé quien tiene la puta culpa de todo esto. Y esas personas la pagarán muy caro. Cuando el quesillo fresco, la leche descremada y la mermelada de papas me den la energía suficiente para cortarles la carne, comerla y quemar sus casas.