Mayormente lo que toco son
improvisaciones, pero a veces la gente que se para a escucharme lo hace porque
lo que escuchan le recuerda a otras cosas. A veces si me animo toco creedence, ¿los
conoce?, pero principalmente toco a Paganini en guitarra eléctrica. El concierto n°5. Esa pieza
es algo que escuché como a los 10 años y no pude sacarme más de encima.
Si quiere sacarla, le aviso que no se
puede hacer con una uñeta. Así podis llegar a todas las cuerdas por igual. Tuve
una guitarra Flyer donde me salía mejor. Esas eran fabricadas en Chile. Tenían el
puente más ancho que el mástil caballete y fueron un fracaso, sonaban mal, pero
el que sabía podía sacarle un sonido más acuático. Me deshice de ella, se la
regalé a un niño. Debí conservarla porque son como lo que yo toco, famosas por
su imperfección.
A veces me pongo en Huérfanos o la
Alameda y se me acercan los patos malos que son enviados por otros músicos de la
calle a enviarme mala vibra. Eso es por la pequeñez de los músicos chilenos, la
inseguridad. Pero si ellos vienen a aniñarse, yo me aniño el doble, me engrifo
más que ellos y les digo que si vienen a huevearme yo les voy a quebrar las piernas
y no van a caminar en 20 años más.
Estuve a cargo de la fábrica de
fierros de mi papá, pero los chinos quebraron todos los precios y lo convirtieron
en un negocio imposible. Fui buzo mariscador y albañil, pero es la música lo
que de verdad alimenta. No tengo manos de enfierrador, por eso puedo tocar la guitarra,
¿quiere que le dé un apretoncito?